Antes de empezar, quisiera volver a presentarme para los
que no me conozcan jeje. Soy Daniel, un antiguo estudiante del CFGM de técnico en
farmacia y parafarmacia (ya con el título) y actualmente cursando el CFGS de dietética,
que también pertenece a la rama sanitaria y tiene mucho que ver con el ciclo de
farmacia (Parafarmacia, productos dietéticos…)
Dicho esto, aquí va mi artículo, espero que os sea útil o que os haga
reflexionar.
Según un estudio de la universidad de Clear Fake, comer
100 gr de anchoa del cantábrico al día favorece la eliminación del exceso de
grasa del organismo, produciendo un efecto adelgazante parecido al del
ejercicio físico…
Hasta aquí, ¿os habéis creído algo? No deberíais, aunque
si lo habéis hecho no os preocupéis, porque la mayoría de las personas al ver
“según un estudio de….” suelen darle mucha credibilidad (Un efecto parecido a
cuando alguien con “bata de médico” sale por la tele diciendo que te tomes un
determinado yogurt, y por arte de magia, el colesterol te bajará).
Y es que se está abusando de los supuestos “estudios” que
tan de moda están hoy en día.
El problema no es que haya muchos… el problema es que nos
creamos todo los que nos dicen.
Hoy por hoy, el marketing está escaso de ética. Y saben
que si utilizando ciertos medios pueden colarnos un producto, tened por seguro
que lo harán.
Uno de esos “medios” es el de un supuesto estudio, el
cual corrobora lo bueno y magnifico que es su producto. En estos casos se
aprovechan de:
1- La credibilidad que da el hecho de que una
entidad diga que ha comprobado algo. Por ejemplo, el efecto reductor sobre la
hipercolesterolemia de una galleta según la Universidad de tal...
2- La
plausibilidad, es decir, lo creíble que es el objeto y resultado del estudio.
Por ejemplo: No es lo mismo publicar un estudio asegurando que llevar en la
cartera una foto de una manzana mejora la tensión sanguínea, a que comer una
manzana cada mañana ayuda a mejorar la tensión sanguínea. No he comprobado ninguno de los dos, pero es más creíble
que ingerir una manzana te pueda aportar algún beneficio, a que una simple
fotito en la cartera haga milagros.
3- Tu
deseo de que sea real. En ocasiones tu subconsciente es tan fuerte, que hace
que te creas y pongas en práctica verdaderas estupideces. Eso es debido a que
te gustaría que ese estudio sea real, porque supondría una solución a algo que
te preocupa. Sin ir más lejos, las
famosas “pulseras magnéticas” que hacían que tuvieras el equilibro y la energía
de un gimnasta olímpico... Quedó totalmente demostrado que era falso y fueron
denunciados y multados con una gran cantidad económica. Aun así, ganaron el
doble en ventas gracias a esa mentida.
Pero… ¿alguien ha comprobado alguna vez si un estudio era
real?
Lo primero que tendrías que hacer es poner el estudio en
cuarentena, y no creértelo hasta que encuentres el estudio y le apliques este
test:
1.-
¿Existe? En caso de que la respuesta sea afirmativa, ¿En qué
Journal se ha publicado? ¿Es fiable?.
2.-
¿Se ha realizado con animales o humanos? Muchas veces, por no decir
la mayoría, los estudios en los que se basan los productos y sistemas nuevos se
han realizado en animales, normalmente en ratones. Esto no tiene ninguna
validez puesto que la inmensa mayoría de productos o tratamientos tienen
efectos diferentes en humanos. Un claro ejemplo serían los nuevos sistemas de
ayuno intermitente (intermittent fasting). La dieta de las 8 horas es su buque
insignia. Sus creadores aseguran que los resultados están avalados por un
estudio y cuando te tomas la molestia de buscarlo, encuentras que se llevó a
cabo con ratones. Esto pasa constantemente.
3.-
¿Y el tamaño de la muestra? Cualquiera que haya estudiado
estadística en algún momento de su formación académica, ya sea en el colegio o
en la universidad, sabe que su tamaño es fundamental. Una muestra debe ser
suficiente grande como para que pueda considerarse representativa. Cuanto más
grande, menor posibilidad de que los resultados sean debidos a la más pura
casualidad. Dicho de otra manera, si tiro una moneda al aire 5 veces a la pata
coja y me salen 4 caras y una cruz, y lo vuelvo a hacer con las dos piernas
apoyadas en suelo, y ocurre lo contrario por pura casualidad, podría decir que
hay más probabilidad de que salga cara si estoy a la pata coja. Resulta
ridículo ¿Verdad? Hay estudios que no lo son menos. Es por ello que siempre
resulta más interesante un Review, un sistema mediante el cual se cruzan los
resultados de una gran cantidad de estudios, que solamente uno de ellos.
4.-
Metodología y financiación. Un estudio, más concretamente su
metodología, puede diseñarse desde un principio para que salga un resultado u
otro en función de los intereses de quien lo financia. Es por ello que siempre
debemos mirar quién está detrás. Pongamos un ejemplo: Muchos de los estudios
que valoran la ganancia de fuerza de un sistema o producto utilizan como método
de control una máquina de extensión de rodilla o de flexión de codo. Si quiero
que el resultado sea positivo, tan solo tengo que poner a aquellos con las
extremidades más largas en el grupo control y la física se encargará del resto
al contar con un brazo de palanca mayor. La media de la longitud de las
extremidades nunca aparecerá en el estudio.
CONCLUSIÓN: No te creas nada cuando te digan que algo
está respaldado por estudios científicos. Búscalos, analízalos, exprímelos al
máximo con el ojo más crítico y si no le encuentras la trampa o el cartón, sé
prudente y espera al review.
Un saludo!!